El Instituto Aragonés de Fomento (IAF) ha presentado el Plan de Desarrollo y Continuidad Empresarial en Aragón (PDCEA), una nueva línea del Programa Aragón Empresa destinada a impulsar la continuidad y el crecimiento de las empresas de la Comunidad Autónoma.

El consejero de Industria e Innovación y presidente del IAF, Arturo Aliaga, ha suscrito el protocolo de colaboración que permitirá ponerlo en marcha con el presidente de la Asociación de la Empresa Familiar de Aragón (AEFA), Fernando Lacasa, y con el presidente de la Fundación Basilio Paraíso, Manuel Teruel.

El director gerente del IAF, Antonio  Gasión, ha sido el encargado de presentar los detalles de una iniciativa que tiene cuatro objetivos básicos:

- Aumentar el tamaño de las empresas aragonesas.
- Favorecer la sostenibilidad del tejido empresarial.
- Impulsar el mantenimiento y la creación de empleo.
- Apoyar a las empresas familiares, que representan el 82% del tejido empresarial en Aragón.

El plan está dirigido a cualquier empresa de Aragón en proceso de cambio estratégico que quiera planificar su futuro, sea mediante la continuidad o a través de una transmisión. Pueden participar empresas familiares que quieran plantear la sucesión generacional, aquellas con falta de liquidez que busquen entrada de capital por medio de un socio, las que deseen aumentar su tamaño mediante procesos de compra o fusión, las interesadas en vender el negocio o los emprendedores que quieran invertir en una empresa en funcionamiento.

Este plan se encuadra en la Estrategia Aragonesa de Competitividad y Crecimiento del Gobierno de Aragón, una de cuyas líneas anunciaba el lanzamiento de un programa por parte del IAF para incrementar el tamaño de las empresas mediante planes personalizados diseñados para aquellas con potencial de expansión.

Un plan con dos líneas diferentes
La participación en el Plan de Desarrollo y Continuidad Empresarial en Aragón en sencilla y se inicia con la inscripción en la web del Programa Aragón Empresa, www.aragonempresa.com. Después, técnicos expertos en la materia analizarán con los responsables de la compañía las posibilidades de continuidad de la empresa. Tras este diagnóstico competitivo, las empresas participarán en una de las dos líneas del plan:

A) Relevo familiar y sucesión generacional.

Es una línea de apoyo al desarrollo y consolidación de la empresa familiar, ideada para garantizar la continuidad del proyecto a lo largo de las futuras generaciones. Se trata de afrontar con responsabilidad las necesidades sucesorias para aumentar con éxito el número de empresas que consiguen dar el paso generacional. Incluye formación especializada (en estrategia, finanzas y aspectos jurídicos), apoyo de empresarios mentores de AEFA durante un periodo de entre 3 y 6 meses, sesiones prácticas sobre experiencias de empresas familiares y consultoría personalizada de 25 horas para desarrollar el plan en cada caso.

B) Fusiones, transmisiones y adquisiciones.

Esta línea tiene por objeto aumentar la competitividad de las empresas aragonesas incrementando su tamaño con fusiones y trabajar en su continuidad mediante transmisiones y adquisiciones. Las acciones previstas incluyen formación especializada y consultoría personalizada como en la línea anterior, pero también una ventana de proyectos en Internet para que las empresas puedan llegar a un mayor número de potenciales inversores.

El 82% de las empresas que hay en Aragón tiene carácter familiar. Representan el 70% del Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad Autónoma y emplean al 80% de los trabajadores del sector privado, porcentaje que en España es del 70%.

En los próximos 10 años el 75% de las empresas familiares de Aragón afrontará por primera vez el proceso de la sucesión. Los datos indican que únicamente el 30% de las empresas familiares alcanza la segunda generación y apenas el 10% llega a la tercera. Según los más de 1.000 diagnósticos que ha hecho el Programa Aragón Empresa del IAF, la mayor parte de las empresas tiene necesidad de apoyo en esta transición, en la que deben enfrentarse a importantes retos como  los de la profesionalización, internacionalización, innovación y dimensión. La tasa de mortalidad empresarial se sitúa en el 10% anual para las PYMES y en el 20% para las microempresas.

En Europa hay 17 millones de empresas familiares –el 60% del total- que sostienen 100 millones de empleos.