Menú

IBEROAM.WEF América Latina 2017: Oportunidades y desafíos futuros para la región

17.04.2017

Histórico de noticias de IBEROAM

 

El Foro Económico Mundial para América Latina 2017, realizado en Buenos Aires, Argentina, contó con la participación de la Secretaria General Iberoamericana como panelista en la discusión “Descifrando los desafíos de América Latina”.

 

 A principio de mes, se realizó en  Argentina, el “Foro Económico Mundial para América Latina 2017”, dos días de debates de alto nivel sobre las oportunidades y desafíos futuros para la región.

Al encuentro han asistido cerca de mil personas de 65 países, entre ellas alrededor de 600 líderes del mundo de los negocios y 60 figuras públicas y representantes de gobiernos, entre los que se encuentran los presidentes de Paraguay, Horacio Cartes, y de Argentina, Mauricio Macri.

La secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, participó en el panel “Descifrando los desafíos de América Latina”, junto a Leonel Fernández, ex Presidente de República Dominicana y Presidente de la Fundación para la Democracia y el Desarrollo (FUNGLODE); Felipe Larraín Bascuñán, Profesor y Director del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Daniel Zovatto, Director Regional para América Latina y el Caribe del Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA).

Durante su intervención, la secretaria Grynspan se refirió a los retos más inmediatos de la región entre los que se encuentran la transformación productiva, la protección de los avances en la lucha contra la pobreza y desigualdad, la gobernanza, la sostenibilidad y la integración regional.

Asimismo, manifestó que la región está viviendo un “proceso de polarización que no ayuda a generar consensos” y que es un hecho que “hay ciclos democráticos en América Latina” cuya “alternancia es sana y nos fortalece”.

Igualmente, se refirió a la necesidad de “invertir más en el diálogo intergeneracional” debido a la “desafección de la juventud en el sistema político y democrático”, que se asienta por un lado en el hecho de que “la sociedad y la economía van mucho más rápido que el sistema” y por el otro en un tema generacional, puesto que “juzgan la democracia por su funcionalidad y no la ven como una conquista”.